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Premio de Autores Reunidos

Valgan estas palabras, para agradecer de todo corazón a los compañeros de


por el premio otorgado a mi relato La Urna en la categoría de Ficción.

Es un honor y un placer para mí lucir este Premio en mi Blog y compartir el texto con todos vosotr@s que me leéis al otro lado de mis letras.

Este relato premiado, verdaderamente es la segunda parte de un texto más extenso publicado con aterioridad en mi Blog, por lo que, para todo aquél que le apetezca investigar, os pongo el link de la primera parte: La Urna y a continuación, os dejo con el texto premiado:



La Urna, segunda parte.

Gerard abrió la puerta del laboratorio y empezó correr por el pasillo iluminado, por diminutas luces de neón adosadas al techo. Preso de una gran excitación, chocó de frente contra el guardia que vigilaba el acceso al Centro de Control.

- Lo… lo siento – consiguió articular entre torpes balbuceos, a sus pies, la placa de identificación se había desprendido de su uniforme y yacía boca arriba con su foto mirándole acusadora.
- ¡No se puede pasar! El Área está cerrada a todo personal ajeno al lanzamiento.

La voz del guardia armado sonó dura y enérgica, a través de la rejilla que ocultaba su boca. El casco protector le cubría la cabeza y el rostro, con una mínima abertura a la altura de los ojos, protegidos por una lámina de plástico irrompible.

Gerard recogió su identificación y miró con fijeza a los ojos del guardia. Dos fríos lagos azules le aseguraron que no iba a ceder por mucho que insistiera. Esa batalla estaba perdida. Derrotado, dio media vuelta y dirigió sus pasos vacilantes hacia la sala de descanso. Hacía tres días que fue destituido de su cargo como Supervisor de turno por el Almirante Svyatoslav sin motivo alguno. Desde entonces, había vagado por los laboratorios de pruebas, observando el software Beta que se emplearía en el procesamiento del Proyecto Génesis. Hasta ahora habían utilizado la versión 3.0, y su labor en estos momentos consistía en solventar varios fallos de secuenciación para la nueva versión. Pero la Urna, como era llamada coloquialmente la Transmisora de Hipnorealidad por el personal del Caribdis, la nave insignia de la Flota, se encontraba en el Centro de Control. Al menos la operativa. En el laboratorio nº4 se encontraba la versión “Cero”, que fue utilizada para las pruebas preliminares con primates.

- ¡Esa era la solución!

Gerard se sintió impulsado por una repentina euforia. Todavía no estaba todo perdido. Echó a correr por el pasillo, entró en el ascensor y pulsó la tecla del nivel 7. Debía llegar hasta el laboratorio y poner en funcionamiento la Urna “Cero”.

Durante los últimos tres días se había devanado los sesos en busca del por qué de su sustitución.

Las pruebas con los voluntarios humanos habían constituido un éxito sin precedentes, a no ser que contara los fallos en el regreso. La teoría de la Hipnorealidad aseguraba que el individuo viajaría mentalmente a un tiempo prefijado. Hasta ahí se había comprobado su viabilidad a través de los informes realizados por los voluntarios a su regreso. El problema era que no todos habían regresado, o al menos, no todos vivos. El último voluntario lo encontraron al abrir la Urna, con la garganta degollada tras ser inducido al S. XV en plena Batalla de Azincourt.

Fue entonces cuando Gerard se planteó la viabilidad del Dilema. La teoría defendida por algunos de los científicos del proyecto sostenía que: “era posible que los viajes en el tiempo inducidos en la mente, fueran de hecho, verdaderos. De modo que la mente del viajero llegara a suplantar la de una persona real en el tiempo y lugar al que era inducido”. Con, o sin sentido, Gerard había llegado a creer en esa teoría. Sobre todo desde la noticia de que el Presidente de la Federación Universal (FU), Tsubasa Hinata, había sido invitado por el propio Almirante Svyatoslav a probar la Urna, en un gesto de autosuficiencia.

Desde entonces Gerard empezó a atar cabos, y llegó a la conclusión de que el Almirante pretendía asesinar al Presidente induciéndolo en algún momento crítico de la Historia, más si cabe, al conocer la pasión del propio Tsubasa por la II Guerra Mundial.

Las puertas del ascensor se abrieron al alcanzar el nivel 7. Pasó su identificador por el escáner y entró en el Laboratorio nº 4. Las luces se encendieron al acceder al interior gracias a un detector de movimiento. Estaba solo en el inmenso laboratorio. Se dirigió al lado opuesto de la sala, oculta por un manto de fibra metálica se encontraba la Urna “Cero”, con su alargada forma que recordaba un antiguo sarcófago egipcio. Encendió los monitores, retiró la protección de la urna y abrió su tapa de Kevlar. En el interior, el líquido amniótico empezó a burbujear cuando los niveles adquirieron el nivel adecuado.

La decisión estaba tomada, debía volver a algún tiempo indeterminado del pasado y evitar que el Presidente entrase en la Urna.

Tecleó la secuencia de lanzamiento en el ordenador principal, se desnudó y, tras dejar el proceso en automático, se sumergió en el cálido líquido, que lo recibió como el acogedor vientre de una madre. Se ajustó la mascarilla y pegó a su piel los parches autoadhesivos, de los que colgaban finos cables que controlarían sus constantes vitales. Suspiró, y dejó caer la puerta de Kevlar con suavidad, mientras su cuerpo se hundía en el fondo de la Urna. El sonido del cierre automático le llegó atenuado en el interior del sarcófago.

En la pantalla del ordenador, la orden automatizada comenzó su marcha atrás. 10, 9,8, 7, 6, Gerard cerró los ojos, mientras una sensación de aturdimiento le embargaba. 5, 4, 3 ya no había vuelta atrás…2, 1. Cero.

Gerard abrió la puerta del laboratorio y empezó correr por el pasillo iluminado, por diminutas luces de neón adosadas al techo. Preso de una gran excitación, chocó de frente contra el guardia que vigilaba el acceso al Centro de Control.

- Lo… lo siento – consiguió articular entre torpes balbuceos, a sus pies, la placa de identificación se había desprendido de su uniforme…El bucle seguía su curso…

4 Comments:

  1. Carmina said...
    Enhorabuena me alegro mucho por este premio, al ser otorgado por la misma gente que te lee, y con relatos que son buenos, se acoge con mucho entusiasmo.
    Daría said...
    El hecho de que no me sorprenda no me va a robar el placer de felicitarte, y de alegrarme sobremanera XD

    Muchas felicidades, apañero!!
    Neogeminis Mónica Frau said...
    Felicitaciones!.. aunque creo que para todo el que gusta de escribir, el principal y más importante de todos los premios es contar con fieles lectores que disfruten de lo que uno escribe. Qué mejor recompensa que esa!


    un abrazo.
    aldhanax said...
    Felicitaciones! Es hermoso ese cuento así que te lo tienes muy merecido.
    Un beso enorme.

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