Madre, en tu silencio me crezco
Mi mísera estampa en tu vientre, mi cielo
Hay abismos de dudas que gobiernan, mi encierro
Pero a través de tu sangre, tus latidos, mi mundo.
Anoche soñaba o acaso velaba
Intrépida incógnita que mi razón desvela
Eran acaso tus labios puñales
Que rompían mis luces, mi dicha, deshecha.
Mis ojos sin párpados no saben de soles
Más que el que alumbra y me colma de amores
No entiendo de odios, de gritos, de males
Y a veces los golpes, sin verlos me llueven
Madre, qué crimen comete quien aún no ha nacido
Quien en la noche de tus ojos aún no se ha visto
Quien respira en ti misma, pues eres tú su condena
Y a la vez la paz, que él alienta y espera.
LLegué a leer y quedo sorprendida porque es cierto, son excelentes.
Ya veo que Gudea no es el único que te descubrió, este Dante...